El 2 de febrero de 2024, la Diócesis de Carabayllo vivió una jornada colmada de emoción y fervor, pues celebramos múltiples acontecimientos que enriquecen y fortalecen nuestra comunidad de fe.

En primer lugar, nos regocijamos al presenciar la ordenación de un nuevo sacerdote, el Reverendo Anthony Barreda del Carpio por imposición de manos de +Monseñor Neri Menor Vargas, OFM, Obispo de Carabayllo. Con alegría y esperanza, recibimos a este nuevo pastor, quien se convierte en un faro de luz más para nuestra comunidad.

Durante la homilía, +Monseñor Neri le recordó al nuevo sacerdote la importancia de configurar su vida con la de Jesucristo, invitándolo a perseverar en el servicio al Pueblo de Dios.

Con palabras de aliento y sabiduría, nuestro Obispo lo exhortó a perseverar en su camino de fe y a confiar en la promesa divina que perdura por encima de las vicisitudes terrenales.

Asimismo, conmemoramos con gratitud los 27 años de ordenación episcopal de nuestro querido Obispo Fundador y Emérito, +Mons. Lino Panizza Richero, OFM Cap. Esta fecha también simboliza el nacimiento de nuestra Diócesis como una familia de fe comprometida con el servicio y la misión del Evangelio.

Ese día también celebraron su aniversario sacerdotal once de nuestros presbíteros: Félix Quispe, Guido Echevarría Fuentes, Luis Alberto Mazekina, Gregorio José Placencia, Edgar Mendoza, José Magno Vásquez, Juan Antonio Nureña, Heinz Huamán, Robert Bautista, Juniors Loza y Carlos Alberto Jaramillo. Su dedicación y entrega son un testimonio vivo del amor de Dios en esta porción de la Iglesia.

Es relevante destacar que el Padre Barreda es el primer sacerdote que completa todos sus estudios en el Seminario Mayor “Mater Misericordiae” y que su vocación nació también en la parroquia más antigua de la Diócesis: San Pedro de Carabayllo; ambas situaciones realzan su compromiso y preparación para el servicio pastoral.

El Padre Barreda celebró sus primeras misas en las parroquias de San Corado y San Pedro de Carabayllo el domingo siguiente a su ordenación, compartiendo la alegría del Evangelio con la comunidad que lo vio nacer y con aquella a la que sirve actualmente.

Rogamos al Señor para ue estos momentos de gracia y bendición nos inspiren a seguir construyendo juntos el Reino de Dios en nuestra querida Diócesis de Carabayllo.