Todos los fines de semana del 8 de junio al 7 de julio, los Equipos Parroquiales de Animación Pastoral (EPAPs) de cada una de las parroquias de la Diócesis de Carabayllo asistieron a su primera reunión anual para fortalecer su fe y su compromiso de servicio.

Cada una de las cuatro vicarías se organizó este encuentro que también contó con la presencia de varios sacerdotes quienes, como sus asesores espirituales- motivaron discusiones y reflexiones sobre la importancia del papel del servidor laico en la Iglesia y cómo fortalecer ese trabajo desde la fe.

Dentro del Proyecto Pastoral de nuestra diócesis, el EPAP es un grupo de personas que constantemente se preocupa por el dinamismo del conjunto de la parroquia y lo promueve de acuerdo a su función. Lo preside el párroco y está conformado por los vicarios parroquiales, religiosas y laicos comprometidos, que tienen buena formación espiritual y doctrinal y con capacidad de promover el proceso de renovación.

Estas personas son elegidas y nombradas por el párroco, permanecen en este servicio por el tiempo en que puedan ejercerlo eficazmente y se compromete a que su servicio sea evaluado de forma periódica.

Entre las funciones del EPAP están:

1. Elaborar técnicamente el programa anual de la parroquia y sus programas específicos, de acuerdo con las indicaciones del Equipo Diocesano de Animación Pastoral (EDAP).
2. Promover la espiritualidad comunitaria que origina y sustenta el plan y que constituye el sentido de toda la renovación parroquial y diocesana.
3. Ayudar al párroco al complimiento de aquellas responsabilidades para las que no cuenta con otras ayudas,
4. Sectorizar las parroquias en zonas, sectores donde se fomente la formación de las comunidades cristianas.
5. Acompañar a los grupos pastorales para que, poco a poco, entren en este procesos de comunión y participación.
6. Como Equipo Parroquial de Animación Pastoral debe reunirse con el párroco, preparar los temas y luego presentar a los equipos de las zonas y sectores.
7. Con todo este esfuerzo, se intenta vincular a las familias con la parroquia para que todos tengamos sentido de pertenencia a la Iglesia
8. Entre otras.

En conclusión, con todos los cambios acelerados que se dan en el mundo globalizado y en sintonía con la preocupación del Papa Francisco, tenemos que salir obedeciendo el mandato de anunciar el evangelio en las comunidades de familias cristianas.