En la víspera de Corpus Christi, el Obispado de Carabayllo inauguró una planta de oxígeno medicinal para ayudar a paliar la demanda tan alta de este recurso en Lima Norte. En la ceremonia -en la cual estuvieron presentes de forma virtual el Cardenal Pedro Barreto, Su Excelencia Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico en Perú y el Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio-, Monseñor Lino Panizza agradeció a todas las personas que contribuyeron con sus aportes económicos para que este proyecto se haga realidad.

Personeros del Obispado de Carabayllo informaron, además, que es necesario seguir un protocolo para el llenado de balones de oxígeno para prevenir actos de corrupción, para atender de forma justa y para brindarle sostenibilidad financiera a la planta.

De esa cuenta, las personas que deseen llenar un balón realizar un depósito por S/90.00, que es la donación solicitada por unidad. Luego, acercarse a los siguientes puntos: parroquias de la Diócesis de Carabayllo, entidades que conforman el Consorcio de Instituciones Educativas de la Diócesis y en la rectoría y vicerrectorías de la Universidad Católica Sedes Sapientiae y pedir el inicio del proceso de solicitud de cita a directores y párrocos.

Se llenará un formulario en línea en donde se debe adjuntar el comprobante de la donación, la receta médica con indicación de oxigenoterapia y una copia del documento de identificación. Al finalizar, se obtendrá la cita de llenado y recojo.

Durante la inauguración también se contó con la participación del Ingeniero Yuri José Pando Fernández, alcalde del distrito de Independencia y del doctor Doctor José Darwin Cuadros Maco, director general de la Dirección de Redes Integradas de Salud Lima Norte, quienes reiteraron el apoyo de sus instituciones para que la planta de oxígeno le sirva a la comunidad.

La ceremonia terminó con la bendición de las instalaciones de la planta de oxígeno por parte de Monseñor Lino y con un brindis hecho por Fray Giampiero Gambaro frente los pocos asistentes invitados a la actividad para respetar las normas de bioseguridad.

Como se recordará, la construcción de esta planta es una realidad gracias a Dios y la solidaridad de muchas personas, empresas, sacerdotes, parroquias, grupos de laicos e instituciones -tanto en Perú como en el extranjero-, que donaron recursos económicos para reunir el monto necesario, luego de que Monseñor Panizza hizo el anuncio y la invitación a colaborar el 12 de febrero en el último día de la XXIV Semana Pastoral Diocesana. Al final de seis semanas, se recaudó el monto de S/. 620,000.